La cultura del meme, o esas imágenes que no paras de recibir por las redes.

Esta fuera de toda cuestión definir un meme. Todos hemos recibido alguno, sin embargo hay que cumplir con ciertos formalismos (y rellenar hueco) así que diremos que Romero Cárcamo (2015) nos expresa que:

De esta manera podemos señalar como ejemplos de Memes: frases, iconos, fotografías, personajes y muy recientemente clips audiovisuales extraídos de películas, caricaturas, telenovelas o de situaciones reales donde los usuarios expresan –con humor las más de las veces– su particular opinión o formas de entender acontecimientos de diversa índole, la política no es la excepción. (p. 5)

Ilustremos el tema con una muestra de qué es un meme ¿no?

Su importancia e influencia social es innegable, todo lo que ocurre está recogido en estas pequeñas capsulas de humor (geniales dosis individuales de sarcasmo, como los definiría el protagonista de el Club de la Lucha) Ruiz Martínez (2018, p.996) afirmaba que «cuando se produce algún acontecimiento que suscita la atención pública, en especial si tiene algún tinte sorprendente, casi de inmediato comienzan a proliferar y difundirse los consiguientes memes.»

De forma paralela no solo aparecen los vídeos en las plataformas de difusión (vamos en youtube o redes sociales) si no que los gifs e imágenes aparecen de forma paralela proclamando cosas como «esto ya lo predijeron los Simpsons» o cualquier frase ingeniosa. También es importante saber que meme puede estar de moda en cada momento.

Se ve que le he cogido el gusto… dejémoslo en que estoy ilustrando mi entrada 😀

Sin embargo no podemos negar su potencialidad como elemento didáctico (¡Eh! ¡Eh! ¡Mirad! He hecho mi primera referencia a la educación en el portfolio) como forma para conectar con el lenguaje que utilizan nuestros alumnos para expresarse y conectar con ellos, siguiendo a Beltran Pellicer (2016, p. 134) aunque «Al igual que otros tipos de medios empleados para contextualizar la enseñanza de las matemáticas, tales como fragmentos de películas y series o recortes de prensa, los memes no nacieron con una finalidad didáctica.» Sí tienen una capacidad de permear el caparazón de indiferencia que a veces levantan los contenidos entre el docente y el discente.

A más de uno le mandaba esto…

Beltran Pellicer (2016) propone usarlo para aproximarnos al alumnado con objetivos de introducir contenidos, para realizar evaluaciones informales y principalmente con un carácter motivacional. Sin embargo, añadiré que se pueden usar como forma iniciar dinámicas grupales, para trabajar mediante memes positivos (suena contradictorio, el sarcasmo parece implícito en la palabra meme) para trabajar las emociones, entre otras cosas.

Ehmmm…. sí, puede parecer algo oportunista 😀 (otro día hablamos de los emojis)

BIBLIOGRAFÍA

Beltrán Pellicer, P. (2016). Utilizando memes con tus alumnos. Números. Revista de Didáctica de las Matemáticas, 91, 129-134.

Romero Cárcamo, L. (2015). Memes y opinión pública ¿Una relación posible? Dialogos de la comunicación, 91., 1-14.

Ruiz Martínez, J.M. (2018). Una aproximación retórica a los memes de internet. Revista Signa 27, 990-1021.

Y ahora analicemos la pequeña encuesta que hemos pasado en nuestros expertos en memelogía y expertos en el saber de la comunicación online no verbal:

El 94,1% de los encuestados usaban memes… solo podría comentarlo con un meme

Se les preguntó sobre los motivos por los cuales usaban los memes, siendo mayoría los que usaban los memes para compartir imagenes que les hacían gracia, seguidos por los que los usaban para ilustrar una idea de forma gráfica ya que “por lo que tienen de simbólico codificado, reducirían la necesidad de pensar” (Ruiz Martínez, 2018, p. 1015). Otro de los usos eran romper el hielo en conversaciones, animar a un amigo/a con un poco de humor o para hacerle saber a otra persona que acuerda de ella.

Es curioso, y una muestra del ciberbully y del fenómeno «Troll» (del que ya hablaremos más adelante) es que varios usuarios, 10 y 17 respectivamente, usan los memes para atacar a alguien o para trollear a otro usuario.

Los usos de los memes han sido cuanto menos… predecibles.

Se les preguntó por cuáles memes usaban más, pero los resultados no fueron interesantes y he decidido ignorar este item. Por último se les preguntó de donde obtenían los memes que usaban. La respuesta daba prioridad a la obtención mediante redes sociales y servicios de mensajería instantánea (¿Cuántos memes recibimos por whatsapp al día? Yo mismo acabo de compartir uno en un grupo con los compañeros de la asignatura) . Lo curioso es que la mitad de los usuarios, con sus particularidades de ser una comunidad estable y donde se dan muchos de los fenómenos de comunicación 2.0, creaban sus propios memes.

Espera, espera, espera… Si dos usuarios negaban usar memes ¿Cómo es que solo uno afirma no usarlos en esta pregunta?…. Bueno, ya hablaremos del trolleo más adelante.

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